Cargo Secretaria de Estado de Agricultura Familiar.
Huellas de Mujer, entre la Tierra, la Educación y la Política
Desde mi infancia en El Soberbio, un pequeño pueblo en Misiones, mi vida estuvo marcada por la conexión con la naturaleza, la comunidad y la educación. Crecí en un hogar humilde, donde la tierra era el sustento y el lugar de encuentro. Mi educación primaria en escuelas rurales me enseñó desde pequeña el valor del esfuerzo, la solidaridad y la importancia de los vínculos humanos. Fue en la escuela, en medio de los sonidos de la selva misionera, donde comenzó mi pasión por aprender y compartir conocimientos, algo que me acompañaría a lo largo de toda mi vida.
Mi camino profesional se forjó a través de la educación, pero también por un compromiso profundo con mi tierra y mi gente. Como docente y más tarde como política, mi vocación siempre ha sido la de transformar la realidad de aquellos que menos tienen, dándoles voz y herramientas para mejorar sus condiciones. He trabajado incansablemente en políticas públicas que promuevan la sostenibilidad, el respeto por la diversidad cultural y el desarrollo de una agricultura familiar que ponga en valor lo que nuestra tierra tiene para ofrecer. La agroecología, la innovación en la producción y la inclusión social han sido pilares en mi gestión, buscando siempre un equilibrio entre el crecimiento económico y la preservación de nuestro entorno.
Hoy, miro hacia atrás y veo las huellas que he dejado, pero también el camino por recorrer. La lucha por la justicia social y el bienestar de las comunidades rurales continúa siendo mi motor. Con el corazón lleno de esperanza y la certeza de que el cambio es posible, me esfuerzo cada día por seguir contribuyendo a una Misiones más inclusiva y sostenible. Mi historia no es solo la de una mujer que nació en la frontera de la provincia, sino la de una misionera que cree firmemente en el poder de las pequeñas acciones y en la capacidad de cada persona para dejar una huella indeleble en el mundo.